Minibiografias de trabajadores y empresarios vizcainos

El valor de estas minibiografias laborales transcriptas a texto no reside en la información fehaciente y contrastada de los datos aportados por cada uno de los entrevistados sino obtener una base de datos que acumule recuerdos, sensaciones, apreciaciones e interpretaciones totalmente subjetivas de un pasado reciente visto por sus protagonistas desde un enfoque actual.
Para poder ir incrementando el número de testimonios, animo a cualquier persona que quiere trasladar sus vivencias laborales durante este periodo a esta página































BARTUREN HERMANOS

Mi nombre es Segundo Ruiz Alonso y nací en el pueblo cantabro de Barcena el 19 de enero de 1916. En aquel tiempo no se podía estudiar mucho, y al no haber futuro había que emigrar a otras zonas. Vine a Vizcaya con 14 años y comencé a trabajar en la calle Viuda de Epalza número 8. Se trataba de un almacén de suministro para barcos propiedad de Barturen Hermanos. Esta casa comercial se había creado en 1840. Entré a trabajar con dieciséis años y estuve trabajando con ellos durante 20 años. Entré a trabajar en este almacén por mediación de una señora de Santander que conocía a José Luis Barturen Múgica. Me pusieron de pinche para llevar los recados. Estando en el almacén de los Barturen pude sacar el carnet de conducir. Me lo pagaron ellos y costó cuatrocientas pesetas. Lo saqué en la Autoescuela Barcelona de la Gran Vía. Me pusieron una furgoneta Opel de 1.000 kilos. La furgoneta la compraron en el año 1935 y les costó 11.000 pesetas. La matrícula era BI-12.665. Cuando la guerra la decomisaron, pero luego la devolvieron.
Era una tienda de ultramarinos al por mayor y al por menor. Aquí venían barcos pesqueros y de cabotaje. Los Barturen tenían muchas exclusivas en cuanto al suministro de los barcos. Los mayordomos de los barcos venían con el pedido a la casa de los Barturen.
Yo era mozo de almacén y repartía los pedidos por las casas de las Siete Calles. En cuanto al aprovisionamiento de los barcos teníamos que ir con el suministro hasta Santurce, Axpe, o Erandio. Otras veces no encargaban realizar el aprovisionamiento mientras que los barcos se estaban reparando en los Astilleros Sestao, o en Euskalduna. Eran barcos de la Naviera Aznar, CAMPSA, Naviera Vizcaína, Naviera Nervión,.....Dedicados también al aprovisionamiento de los barcos había en Bilbao el Almacén de José Ahedo que suministraba a la Transmediterranea y la casa comercial de Egaña. En Santurce estaba el negocio dedicado a la fruta de Calpela. En Erandio estaba el almacén de Murua dedicado al aprovisionamiento de pescado y el de Haramburu.
Entraba a trabajar a las nueve de la mañana y estaba hasta la una, luego por la tarde, el horario era de cuatro a ocho. Esto cuando hacía el reparto por Bilbao. Pero cuando nos tocaba realizar el aprovisionamiento a los barcos estaba todo el día por Sestao y Santurce.
Comencé ganando un duro al mes en el año 1943. En el almacén estábamos siete, incluidos los dos hermanos Barturen. Cuando necesitamos gente para realizar el aprovisionamiento de los barcos solíamos coger gente de Uribitarte.
Después de la Guerra, cuando el racionamiento, todo estaba intervenido por el Estado. La patata por ejemplo la teníamos que comprar por mediación del Estado. Nos autorizaban, por ejemplo, diez toneladas, unicamente. El arroz, lo mismo, dos toneladas, y así con todo, azúcar, tocino.......Todo estaba intervenido. En los barcos había lo que se llamaba la Colectiva, la Libreta Colectiva de Abordo. Si el barco tenía 18 tripulantes, en la Colectiva debían figurar 18 tripulantes. Al figurar esos tripulantes y sellarlo la Comandancia de Marina en el Mercado de Abastos nos daban por cada tripulante cien gramos de arroz, tres kilos de patatas...
Después cuando desapareció el racionamiento se compraba la mercancía directamente a algunos productores. Los barcos Urbasa, Urala, Umbe,..y otros que llevaban mucho pasaje y mucha tripulación, los mayordomos nos llegaban a comprar quinientas cajas de cognac.
Los mejores años para el negocio fueron los años sesenta. Cuando aquello la gente venía a Vizcaya de todas las provincias de España. Aparecían en la Estación del Norte con el traje de pana y una maleta. Todos venían buscando trabajo y un mejor porvenir.

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