Minibiografias de trabajadores y empresarios vizcainos

El valor de estas minibiografias laborales transcriptas a texto no reside en la información fehaciente y contrastada de los datos aportados por cada uno de los entrevistados sino obtener una base de datos que acumule recuerdos, sensaciones, apreciaciones e interpretaciones totalmente subjetivas de un pasado reciente visto por sus protagonistas desde un enfoque actual.
Para poder ir incrementando el número de testimonios, animo a cualquier persona que quiere trasladar sus vivencias laborales durante este periodo a esta página































TALLERES PRADERA HERMANOS (Bilbao)

Nací en la zona de Astillero, provincia de Santander, el 31 de marzo de 1924. Mi nombre es Emilio Gómez Rodríguez. Después de realizar estudios primarios comencé a trabajar en Santander ganando una peseta diaria. De allí, marché a trabajar a Llodio a la empresa Aceros de Llodio, en la que estuve dos años. Luego, me pasé a un taller propiedad de Hermanos Pradera localizado en el barrio bilbaíno de Recalde. Se trataba de un pequeño negocio familiar en el que trabajaban ocho trabajadores de los que cuatro eran socios.
Cuando aquello había trabajo a punta pala. Una vez que empezabas a trabajar en una fábrica te marchabas de ésta habiendo aprendido un oficio.En Pradera Hermanos estuve dos años y me llegaron a poner de encargado. El encargado en aquellos tiempos tenía que trabajar como los demás y metía horas extraordinarias como el resto. Yo siempre he ganado más de lo marcaba la Ley. La empresa Pradera Hermanos era de cuatro socios. Era una empresa pequeña en la que se fueron marchando los socios hasta quedarse uno sólo. Allí se hacían modelos de madera para las fundiciones. Los modelos se hacen cuando una pieza de una máquina se rompe y hay que hacerla nueva. A nosotros nos encargaban hacer el modelo de la pieza en madera. Trabajábamos sobre todo para grandes troquelerías: Mecaner de Urduliz. La madera se la comprábamos a la Serrería de Acha y Zubizarreta. En cuanto a maquinaria, teníamos todo lo que pueda tener una carpintería industrial.
Había mucho trabajo, se trabajaba incluso los domingos cuando había prisa.

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